jueves, 28 de mayo de 2009

El Salomon Santiveri vence de nuevo en el Boomerang Orientaventura

23 y 24 de mayo
Boomerang Orientaventura 2009
II Premio Rincón de Ademuz

Brillante victoria del equipo Salomon Santiveri en la tercera prueba del circuito nacional Boomerang Orientaventura 2009 celebrada en diversas localidades valencianas del Rincón de Ademuz el pasado fin de semana.
Ya en tierras sorianas los pasados 2 y 3 de mayo, el Salomon Santiveri ganaba el gran Premio Sierra del Moncayo disputado en las localidades de Ágreda, Ólvega y Muro, y en esta ocasión, el pasado fin de semana, 23 y 24 de mayo, en el precioso Rincón de Ademuz, una isla valenciana en Aragón el Salomon Santiveri volvía a subir a lo más alto del podium. El pasado fin de semana acompañaron en el equipo a Aurelio-Antonio Olivar los ubriqueños Juan Francisco Barea y Fran Pazo.
La prueba ha sido muy dura y a la vez preciosa, con vaguadas, barrancos y lomas en todo el recorrido que han hecho que los recorridos resultaran exigentes y técnicos teniendo la fortuna de recorrer poblaciones y parajes increíbles en Arroyo Cerezo, Castilfabib y Casas Bajas. La estrategia y lo orientación suelen ser determinante en los resultados finales del Orientaventura. En esta última prueba la estrategia que tomaron los distintos equipos punteros fue muy parecida, con lo que hizo que las diferencias se encontraran en una orientación más precisa y en la condición física de los componentes de los equipos.
El Salomon Santiveri desde la primera fase del sábado por la mañana de 3 horas se puso en cabeza, venciendo con claridad también en la fase de la tarde y en la etapa nocturna, ambas de dos horas de duración. Para el domingo ya había quedado todo decidido. Tras casi 10 horas de competición, orientación y estrategia, en segundo lugar quedó el equipo Tronador, seguido del Trangoworld.
Con esta victoria el Salomon Santiveri se pone líder del circuito 2009.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Boomerang Orientaventura 2009 (Soria)

Gran Premio Tierra del Moncayo (Soria)
Boomerang Orientaventura 2009
2 y 3 de mayo


Los corredores Aurelio Antonio Olivar, Mònica Aguilera y Juan Francisco Barea, formando parte del equipo Salomon Santiveri logran una fantástica victoria en la segunda prueba del circuito Boomerang Orientaventura 2009 celebrado en tierras sorianas.

Las tierras castellanas de la sierra del Moncayo en Soria y más concretamente, las localidades de Ágreda, Muro y Ólvega han sido los testigos de la segunda prueba de Boomerang Orientaventura 2009. Un total de 132 equipos de toda España han participado en esta edición.

El Boomerang Orientaventura es una prueba que se divide en cuatro fases (sábado mañana, tarde, noche y domingo mañana). Participan equipos de dos personas, más una de reserva, que deben realizar un recorrido con mapa y brújula en el que se incluyen puntos de control de paso y varias pruebas especiales de destreza física y técnica. El recorrido es completamente libre, pero el tiempo para realizarlo es limitado, de tal forma que es imposible completar todos los puntos de control o visitar todas las pruebas especiales, por lo que cada equipo plantea su estrategia y elige realizar lo que considera más conveniente. El equipo que acumula más puntos a lo largo de las cuatro fases es el ganador de la prueba.
El sábado, Ágreda, con su precioso casco antiguo, mezcla de tres culturas nos sirvió de puerta para iniciar la competición. La primera de las fases de 3 horas de duración (10h a 13h) fueron la antesala de lo que iba a suceder durante todo el fin de semana, una igualada, intensa y deportiva lucha entre los equipos de cabeza. En un terreno abierto combinado con preciosos bosques de roble empezó a vislumbrarse las aspiraciones de cada equipo para la clasificación.
La segunda fase, de nuevo en Ágreda, y de 2 horas de duración se desarrolló por un terreno más duro y técnico, y el físico de los equipos empezaba a ser determinante. Al final de la etapa el Salomon Santiveri lograba el liderato con una pequeña ventaja sobre sus perseguidores.
La tercera y última fase del sábado se celebraba en la acogedora localidad de Muro, un pequeño pueblo con una extensa historia que data de la época romana, cuando este se conocía como Augustobriga. Esta fase se inició al atardecer y finalizó en plena noche estrellada. El campo se inundó de una multitud de luces inquietas en busca de las balizas. Vaguadas, árboles singulares, minas ya sin explotar y un ferrocarril con estación incluida abandonada fueron los testigos de la fase. Tras esta el Salomon Santiveri se encontraba en segunda posición, a tan solo 5 puntos y todo por decidir para la etapa del domingo.
Ya el domingo, la cuarta y última fase se celebró en el pueblo de Ólvega, con un recorrido de 2 horas y media por sus bosques de robles, por la Sierra del Madero y la Sierra del Moncayo. Nervios en la salida por lo apretado de la clasificación. Una impecable estrategia del Salomon Santiveri y un gran esfuerzo físico tras las 7 horas de las fases del sábado nos permitieron ganar la etapa holgadamente y conseguir una trabajada y magnífica victoria final.

Clasificación general:
1- Salomon Santiveri (Mònica Aguilera, Aurelio Antonio Olivar, Juan Francisco Barea)
2- Trangoworld (Tomas Peñaranda, Raúl Martín, Estelle Petreman)
3- Los Turboclimbers (Alberto Tamayo, German Corcho, Miguel Garcia)

Es distinto el Maratón de Sables.

Es distinto el Maratón de Sables. Kilómetros de desierto, días de arena, dunas, llanuras de piedras, ríos secos (y mojados, caudalosos esta ocasión) bajo la inmensidad del cielo.
El agua ha dado vida; puntos verdes improvisados salpican el terreno, árido y seco habitualmente.
Más de 200 kilómetros en etapas de 33, 36, 91 y maratón hemos recorrido esta edición. Un poco más corta que anteriores, con 6 días de carrera, pero más largas y de ritmo más fuerte.
La carrera es increíble, novedosa para mí, voy muy concentrado y feliz de poder estar allí y disfrutar de algo tan impresionante.

30 de marzo de 2009, día 1, 33 kilómetros


Salida a ritmo muy fuerte, te ves un poco arrastrado por el resto de corredores y voy más deprisa de lo que me habría gustado, la carrera es muy larga. Es el día de más peso en la mochila; tienes que incluir saco, botiquín, frontal de luz, comida de 6 días y el agua de la etapa y entre unas cosas y otras llevo entre 6 y 7 kilos, es más bien poco pero se nota durante 3 horas.
Al llegar a meta se ha levantado una ciudad sobre la nada. Ahora viene la segunda parte, entrañable, la convivencia en la fantástica familia que se improvisa esta semana. Somos un grupo de más de 800 corredores (70 españoles); siempre hay una sonrisa, una anécdota, un saludo, un abrazo. ¡Es una sensación de bienestar que apaga el cansancio y la fatiga! Muchas horas de jaima con tus compañeros y vecinos, hay que descansar.


31 de marzo de 2009, día 2, 36 kilómetros


Es más rápida, con menos zonas de arena y dunas. Frío en la salida, pero pronto el sol calienta. Ayer acabé 15º y hoy terminaré 13º en la clasificación general. Estoy contento con el puesto aunque no puedo seguir el ritmo de los primeros. ¡Van fuertísimos! Yo me encuentro muy cansado, me duele todo y esto me desanima un poco, pero luego con la gente del campamento vuelvo a estar feliz. Le escribo un correo a Mónica: mañana 90 kilómetros y yo agotado. Menudo lo que me espera....¡ Y de momento me paso 18 horas metido en el saco descansando con mis compañeros!


1 de abril de 2009, día 3 91 kilómetros.


Salgo muy tranquilo, va a ser muy largo. Busco un grupo con quien ir. Me pasa Marco Olmo a la media hora de etapa y me voy con él. Es un placer ir con este súper veterano de 60 años. Nos unimos a 5 corredores que marchan por delante, voy cómodo pero con mucho miedo. Dejo que pasen los kilómetros. Van 2 horas de carrera, supongo que quedan unas 7 más. Como y bebo cada poco tiempo y me distraigo con el paisaje, hay que tener la mente entretenida. Empezamos a pasar a los últimos corredores (los 50 primeros de la general hemos salido 3 horas más tarde que el resto, y por ello a partir de ahora iré encontrando a muchos participantes que más lentos no dejan de animar a nuestro paso.)
Al final me quedo con Marco Olmo hasta casi el kilómetro 45. Su compañía me resulta agradable, pero ahora me voy, me esperan más de 5 horas de soledad, aunque sigo pasando a corredores “doblados”. Subes, bajas montañas, dunas impresionantes y una puesta de sol para no olvidar. En el kilómetro 65 me pongo el frontal, empieza a anochecer. Voy a buen ritmo, no muy deprisa, pero constante. Hace un rato que voy completamente solo, muy atento a las señales para no perderme. No sabía mi puesto, pero llego 6º a meta, por delante sólo un esloveno y 4 africanos; estoy muy satisfecho. Remonto, tras casi 9 horas y media hasta el puesto 11 de la general y con muy buenas sensaciones. Creo que podía haber ido más rápido, pero eso ya no se sabe. Ahora que paro y hace frío empiezo a tiritar, me meto en el saco y a recuperarme. Como un poco y a “dormir” y descansar durante unas horas.
La noche que acompaña a los corredores es preciosa.


2 de abril de 2009, maratón y última etapa.


Tras un día de descanso llega la maratón. Estoy a 20 segundos del pódium (10 primeros). Hay que correr con cabeza, tranquilo y guardando energía. Son muchos kilómetros y cansancio acumulado. Salgo a mi ritmo, fuerzo un poco y se forma un grupo buenísimo de corredores. Los 4 primeros se destacan enseguida, pero luego vamos nosotros. Poco a poco me veo con fuerza. Voy al mismo ritmo que los primeros días, pero ellos ahora más lentos. Me quedo solo y por delante 6 africanos; paso a uno y tengo el 5º a 150 metros. Aún quedan 25 kilómetros. Por detrás no sé cómo va la gente, pero la distancia es cada vez mayor. Estoy muy animado, buen ritmo, montaña, dunas, llano, ríos y va pasando el tiempo y la distancia. Detrás de una loma se ve la meta en la lejanía, aprieto y un poco más. Llego 6º en la etapa, primer blanco, estoy muy feliz, he terminado mi primer Sables, al final 9º absoluto, 1er español y 2º Veterano.


Muy emocionado y satisfecho. Es realmente bonito ver llegar al resto de corredoras y corredores también emocionados y contentos de terminar. Es momento de descansar y disfrutar de los recuerdos que quedarán entre nosotros de por vida.