El Marathon des Sables 2011 ha sido una carrera especialmente dura, aunque reconfortante. Sobrevivir 7 días con lo puesto no es fácil. Sufrí mucho en las dunas pero nunca dejé de correr. Ha sido esta carrera, una lucha contra mi misma. En la soledad del desierto, en ocasiones mi cabeza me pedía parar y mis piernas continuar y al poco cambiaban los papeles y era la cabeza que ganaba a unas agotadas piernas. Pensaba realmente en donde tenemos los límites, hasta donde somos capaces de llegar. Pensaba en abandonar. Pensaba en correr y correr y en el privilegio que tenía de poder estar ahí disfrutando aunque sufriendo. Pensaba en el equipo y seguía corriendo por ellos. Pensaba en toda la gente que día a día me ha estado apoyando y seguía corriendo por ellos. Los compañeros de campamento, los compañeros de jaima han dado sentido a esta aventura única.
Por todo ello sólo tengo palabras de agradecimiento por el apoyo recibido. Cada palabra y cada letra de los mensajes que recibes en el campamento te dan fuerza para continuar.
Muchas gracias. Un abrazo grande.
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